Por Jose Guerra
10/09/2017
El gobierno anunció que ya no va a seguir utilizando el dólar como
moneda para sus principales transacciones de la economía y tiene la
intención de emplear el yuan de China y la rupia de India para el
comercio exterior. Igualmente expresó que suspende las subastas el Dicom
hasta que la empresas abran sus cuentas en yuanes y rupias. La causa no
es esa, sino que se agotaron los dólares y no tiene que ofertar.
Esa decisión lejos de ayudar va a complicar las cosas. En primer
lugar, el principal comprador de petróleo en Venezuela es Estados Unidos
quien lo paga en dólares y el petróleo no está incluido entre las
sanciones que aplicó la administración de Trump. Por otra parte, es
altamente complicado fijar la cotización del bolívar respecto al yuan o
la rupia, porque no hay suficientes transacciones con esos países y
además porque esas monedas no son aceptadas en la mayoría de los países.
No va ser fácil encontrar bancos corresponsales para realizar esas
operaciones con dos monedas que todavía no se utilizan como monedas de
reserva. Un caso sencillo ayuda a explicar la situación planteada.
Suponga a una persona que importe un producto de Ecuador que es un país
dolarizado y le asignan yuanes. En Ecuador no le van a recibir esos
yuanes y necesariamente va a tener que convertirlos en dólares o euros y
pagar las comisiones bancarias con lo cual se le encarecen los costos
de operación. Si es a una persona natural a quienes le asignan las
rupias o los yuanes, en ningún país de América o Europa le aceptaran
esas monedas, con lo cual en los hechos se les impedirá viajar
El yuan no es una divisa totalmente convertible porque los mismos
chinos no lo han querido para con ello tratar de evitar que su economía
esté expuesta a las fluctuaciones cambiarias típicas de los mercados de
monedas. Si Venezuela recibe en pago yuanes ppr las exportaciones de
petróleo destinadas a China, va a quedar a atrapada y solamente podrá
comprar productos hechos en China porque en muy pocos países aceptan al
yuan. De esta manera, la situación económica y de abastecimiento lejos
de aliviarse puede complicarse todavía más.
Adicionalmente, al suspenderse las subastas de Dicom, con todas sus
deficiencias y por tanto restringirse la entrega de divisas, el dólar se
hará más escaso con lo cual su precio va a seguir aumentado. En
consecuencia, esa medida del gobierno pareciera que no fue pensada
adecuadamente porque sus efectos van a ser contrarios a los objetivos
que se han planteado.
Tomado de la Patilla.com